DIOS DE LOS PRINCIPIOS Y FINALES, cuantas cosas hacemos, si? y sabemos su origen , si? Hablemos de JANO
Un nuevo año para algunos puede ser una dimensión del tiempo, una celebración marcada por un calendario o, para otros la oportunidad de lograr propósitos que se han quedado pendientes en un ciclo de vida marcado por 12 meses. Pero, ¿qué tanto conocemos sobre la historicidad de año nuevo? ¿Por qué en nuestra cultura se inicia en Enero?, ¿Qué otras respuestas existen más allá de la astronomía y la traslación de la tierra en 365 días?
Ligados a la cultura romana, existe un relato que nos cuenta mágicamente la historia del Dios Jano, la cual, es interesante para explicar mitológicamente cómo a partir de un Dios se puede comprender el cambio de un año a otro. La historia nos cuenta sobre un tiempo en el que hombres y dioses habitaban un mismo mundo, en donde Jano gobernaba Lacio –una región de Italia-, y en cierta ocasión en que Saturno (Dios de la cosecha y la agricultura) fue expulsado del Olimpo se fue a vivir en el reino de Jano. En agradecimiento a la hospitalidad proporcionó a Jano la virtud de poder ver el pasado y el futuro. Así, Jano se ha representado a través de una figura humana que en su cabeza tiene dos caras, simétricas y opuestas en colocación, lo cual le permite conocer el fin y el principio de las cosas, el antes y el después, la paz y la guerra. También llamado el portero o Dios de las dos vías: las caras de Jano han sido comprendidas como dos universos en direcciones diferentes. FUENTE: /revistaentropia.weebly.com